Los idiomas celtas y el enigma de su evolución

Durante mi investigación y documentación para mi novela histórica "Tarvos, de Tartessos a la Galia"; me topé con un gran escollo: las lenguas.

Todos conocemos las lenguas celtas: algunas de ellas las usan aún miles de hablantes, como el irlandés o el galés. Otras, han estado al borde de la extinción y se están empezando a recuperar, como el bretón y, más recientemente, el córnico y el manés. Por su parte, el galo desapareció al comienzo de la Edad Media, y el celtíbero, el gálata y el lepóntico mucho antes.


Pero, ¿de dónde vienen estos idiomas celtas?

La teoría más aceptada sobre el origen y evolución de las lenguas celtas apunta a un desarrollo a partir del indoeuropeo en la zona de Hallstatt, en la actual Austria, durante la Edad del Hierro (800-750 a.C.). Este proto-celta evolucionaría y se expandiría por el continente dando lugar al lepóntico y al galo, más tarde al gálata por migración hacia el Este. En algún punto, estos celtas migrarían a la Península Ibérica y se formaría el idioma celtíbero. Otras migraciones a las islas darían lugar a la familia de lenguas britónicas.

¿Cuándo surgió el celtíbero?

Dentro de esta teoría existen distintas variantes con respecto al número de oleadas hacia la Península Ibérica y a cuál de ellas se podría remontar el Celtíbero. Algunos autores señalan que sería con la cultura de los Campos de Urnas (siglo X a.C.); otros, que el celtismo no se asentaría hasta una segunda oleada sobre el siglo VI a.C.

Modelo tradicional de invasión o modelo difusional para le expansión de los idiomas celtas desde la Europa central de la Edad del Hierro. Las líneas moradas delimitan la evidencia lingüística del celta antiguo (por topónimos o antropónimos); las zonas en rojo indican asentamientos de grupos celtas tras el ataque a Delfos en el 279/287 a.C. Fuente: Celtic from the West 3, John T. Koch.

Nuevas ideas

El paradigma de Hallstatt como origen del celta, apoyado por la comunidad científica durante décadas, está siendo cuestionado por algunos autores gracias a una reinterpretación tanto paleolingüística como arqueológica, y más en especial a la luz de los nuevos descubrimientos genéticos.

El movimiento más famoso que pretende retar al clásico se denomina “Celtic from the West” (traducida como celta desde el Oeste, teoría desarrollada en tres extensos libros del mismo título). Lo encabezan John T. Koch y Barry Cunliffe.

Koch es historiador y lingüista por la universidad de Harvard, actualmente investigador del Centro de Estudios Avanzados de galés y estudios celtas de la Universidad de Gales. Cunliffe es arqueólogo y fue profesor en Oxford.

Parten de las siguientes "incongruencias" de la teoría clásica:

· No existen registros históricos de migraciones desde Europa central hacia el Oeste.

· Ya existen pruebas de idiomas celtas diferenciados al inicio de la Edad del Hierro (siglos VI y VII a.C.), y ponen como ejemplo más temprano el tartesio, que sería coetáneo de Hallstatt.

· Además, Herodoto (540 a.C.) sitúa a los Keltoi más allá de las Columnas de Hércules, junto a los Kunetes, indicando que son el pueblo más occidental de Europa.

Según Cunliffe, el proto-celta sería la lengua franca de la fachada atlántica ya en la edad del Bronce (la fachada atlántica comprendería a los pueblos que habitaban la costa desde el sur de España, a largo de Portugal, Noroeste de España y Francia y las islas británicas e Irlanda). Este proto-celta o celta atlántico se desarrollaría durante la Edad del Bronce entre estos pueblos como lengua vehicular del comercio marítimo y los intercambios genéticos. Koch señala que las innovaciones lingüísticas propias del celta se deben al contacto con las lenguas preindoeuropeas de la Península (substrato): íbero y protovasco-aquitano. Después, la llegada de los fenicios al sur de la Península (950-900 a.C.) cortaría estos contactos, causando la diversificación de las lenguas. Sería entonces cuando el celta se expandiría desde el Oeste hacia el Este, dando lugar a los ya citados lepóntico, galo, gálata...

¿Cómo llegaría el indoeuropeo tan pronto (mediados del segundo milenio a.C.) a la fachada atlántica? Cunliffe apunta a una difusión por mar, a través del Mediterráneo, que habría sido más rápida que aquella que avanzaba por el interior del continente Europeo.

Algunos autores (Schrijver) postulan que el protocelta no se desgajó directamente del Protoindoeuropeo, sino de un nodo común con las lenguas itálicas, un Proto-Italo-Céltico (alrededor de la mitad del segundo milenio a.C.).


Celtic from the West 3. Linguistics. Schrijver.

Otra teoría liderada por Theo Venemann (y más en armonía con el paradigma Hallstat) sostiene que el sustrato lingüístico preindoeuropeo en gran parte de Europa occidental y central sería el proto-vasco o aquitano, explicando así las innovaciones lingüísticas del celta (pérdida del fonema /p/, dos verbos copulativos ser y estar, etc.). Venemann mantiene la cuna de la familia celta en Hallstatt..

¿Y el lusitano?

El problema de la adscripción del lusitano a la familia celta radica en que parece conservar la /p/ inicial e intervocálica, perdida ya en el celtíbero.

Koch identifica al lusitano bien como otro idioma indoeuropeo o como una rama muy próxima al proto-celta. Por su parte, Untermann & Wodtko identifican al lusitano como lengua hermana del celtíbero o incluso dialectos, incluyéndolo por tanto en la familia celta.

¿Dónde queda el tartesio?

El idioma tartesio ha sido objeto de muchas especulaciones, dado el escaso conocimiento que poseemos de él. Los clásicos indicaron que los tartesios hablaban un idioma distinto al íbero, que se considera una lengua pre-indoeuropea. Del tartesio nos han llegado algunos topónimos, mayoritariamente acabados en “-ippo”, el antropónimo “Argantonio” de clara adscripción céltica, y las inscripciones de las estelas del suroeste. Estas estelas se podrían remontar al siglo VIII a.C.

Algunos autores como Correa, Almagro-Gorbea, Untermann, Villar o Koch han señalado la posibilidad o incluso afirman que el tartesio es una lengua celta.

Conclusiones

A la vista de estos dos principales teorías (y de sus variantes), queda patente que es necesaria una revisión sistemática dentro de los campos (lingüístico, arqueológico y, especialmente, genético), cuestionando la teoría clásica pero sin precipitarse a la hora de emitir veredictos en uno u otro sentido.

A continuación incluyo dos imágenes de árboles de elaboración propia para clarificar de forma visual las dos teorías.

Puntualizaciones sobre las ilustraciones: ni los tamaños de los troncos ni de las hojas indican número de hablantes. Las longitudes de los troncos tampoco indican tiempo (algunos eventos son señalados en rojo). La posición de las hojas con los idiomas tampoco tienen por qué estar ordenados cronológicamente. Las flechas azules indican relación y préstamo entre idiomas. Los idiomas que aparecen fuera de las ramas no se considerarían celtas (según cada teoría). En la teoría clásica se sitúan el lusitano y el tartesio con varias flechas que señalan sus posibles adscripciones.

Por último, subrayar que se trata de la visión que la autora ha extraído de las lecturas de las teorías clásica y Celtic from the West (fuentes consultadas más abajo), con el objetivo de simplificar de un vistazo el dilema aquí expuesto. Quedo totalmente abierta a sugerencias y correcciones.



Teoría clásica o paradigma Hallstat. Por Elisa Rivero Bañuelos


Teoría Celtic from the West. Por Elisa Rivero Bañuelos



Fuentes: 

Alberto J. Lorrio, Gonzalo Ruiz Zapatero. 2005. The Celts in Iberia: An Overview 
Carlos G. Wagner. 2000. Élites, parentesco y dependencia en Tartessos. 
Koch, Kohn T., Cunliffe, Barry. 2016. Celtic from the West 3: Atlantic Europe in the Metal Ages — questions of shared language 
John T. Koch, Barry Cunliffe. 2013. Celtic from the West 2: Rethinking the Bronze Age and the Arrival of Indo-European in Atlantic Europe. 
John T. Koch. Gallo-Brittonic vs. Insular Celtic: The Interrelationships of the Celtic Languages Reconsidered. 
John T. Koch. On the Debate over the Classification of the Language of the South-Western (SW) Inscriptions, also known as Tartessian 
John T. Koch. Tartessian as Celtic and Celtic from the West: both, only the first, only the second, neither. 
John T. Koch. 2013. Celtic in the South-west at the Down of History. Segunda edición. 
Paulus van Sluis. 2014. The ‘Atlantic Fringe’ hypothesis for the Celtic homeland and the Tartessian inscriptions 
Seamus Hamill-Keays. 2010. Celtic origins: Iberian dimensions. 
Steve Hansen. 2015. The “Celtic From The West” Hypothesis and the Gaulish Language. 
Steve Hewit. 2017. Tartessian as Celtic and Phoenician as a possible substrate?

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