Elisa Rivero Bañuelos (Autora) TARVOS

Amia suspiró, sentada en el poyo de su casa montañesa. En el valle, ya nadie recordaba a las hadas. La magia había quedado relegada a comentarios ocasionales sobre las brujas de Cernégula. ¡Si ellos supieran lo que se cocía en esa vieja charca…! Los vencejos colmaban el aire tibio con sus agudos silbidos mientras el sol se escondía tras la loma. Olía a espliego y a río. —Mamá, nos vamos a la fiesta de San Juan de Escalada. Acuérdate de dar de cenar a Lara —se despidió su hija, desde la puerta del coche. Amia asintió. La pequeña Lara, su nieta de seis años, la miraba desde el suelo, donde jugaba con un cocodrilo de plástico. —¡Yo quería ver las hogueras! —se quejó, haciendo un mohín. Sus enormes ojos verdes reflejaban curiosidad. Algo se encendió dentro del corazón de Amia. Se había prometido; no, había prometido a su marido que el tiempo de las hadas había terminado, pero, ¿por qué? Lara tenía derecho a conocer sus raíces, su pasado. Instintivamente, se llevó la mano al pecho y palpó l

En esta trepidante aventura, Montse hilvana hitos de la historia de Alicante a través de una trama detectivesca. Personajes aparentemente tan alejados como la Dama de Elche, Aspasia, María Magdalena y Blanca de Anjou se entretejen alrededor de un misterio: la torre del castillo de la Mola y una fórmula mágica.  De la mano del arqueólogo Marcus, el psicólogo Rupe y la entusiasta Mer, iremos desvelado los vínculos que unen a esas mujeres, a la par que ellos van entablando un complejo triángulo amoroso y abriéndonos sus almas.  Montse sabe enganchar al lector, dejando incógnitas y pistas que te animan a devorar la siguiente página, el siguiente capítulo. Si bien, esta intensidad se desinfla ligeramente antes del final, tras un episodio en el que la vida de los protagonistas corre serio peligro. Los capítulos siguientes, aunque muy líricos y necesarios para cerrar interrogantes planteados durante la novela, pueden resultar menos intensos. Aquí, el personaje de Marcus, que en un inicio pare