Recuerdos (Relato)

Amia suspiró, sentada en el poyo de su casa montañesa. En el valle, ya nadie recordaba a las hadas. La magia había quedado relegada a comentarios ocasionales sobre las brujas de Cernégula. ¡Si ellos supieran lo que se cocía en esa vieja charca…! Los vencejos colmaban el aire tibio con sus agudos silbidos mientras el sol se escondía tras la loma. Olía a espliego y a río. —Mamá, nos vamos a la fiesta de San Juan de Escalada. Acuérdate de dar de cenar a Lara —se despidió su hija, desde la puerta del coche. Amia asintió. La pequeña Lara, su nieta de seis años, la miraba desde el suelo, donde jugaba con un cocodrilo de plástico. —¡Yo quería ver las hogueras! —se quejó, haciendo un mohín. Sus enormes ojos verdes reflejaban curiosidad. Algo se encendió dentro del corazón de Amia. Se había prometido; no, había prometido a su marido que el tiempo de las hadas había terminado, pero, ¿por qué? Lara tenía derecho a conocer sus raíces, su pasado. Instintivamente, se llevó la mano al pecho y palpó l...