"Cuentos Argáricos" de Juan Antonio Caro Cals - Reseña

Hoy quiero hablaros de esta maravilla que llegó a mis manos por casualidad, tirando de hashtag por redes sociales.

“Cuentos argáricos” es la nueva obra de ficción de Juan Antonio Caro Cals, editado por él mismo a través de su negocio Planos Carta Puebla. Y es que nuestro autor es arquitecto y elabora preciosos mapas antiguos de ciudades.

El libro narra una aventura vertebrada por breves cuentos que explican y colorean el desconocido mundo del Bronce en la Península Ibérica.

He de admitir que tanto el título como la portada me convencieron al instante. La cultura argárica, la primera sociedad urbana compleja del Mediterráneo occidental que floreció en el sudeste de la Península durante el Bronce Antiguo (2200 y 1550 a. C.), siempre me ha interesado. Y, vaya, que la portada tiene alabardas. ¡Alabardas! Quienes conozcáis mi faceta petroglifera sabréis que tengo un fetiche con las alabardas.

Cuando me llegó, dedicado por el autor y con su mapa de “La tierra de Durgugui”, me esperaba un compendio de cuentos entretenidos, pero no esta gran aventura tan bien escrita.

Cuentos argáricos en mi mesilla del pueblo
bien acompañado con mi prueba de "Ambicatus"

Pero entremos en materia. “Cuentos argáricos” narra la aventura del viejo héroe Tarban, que debe salir de su retiro para socorrer a la Chiva Negra, una joven a la que todas las tribus odian porque acarrea una maldición. Tarban es el último que recuerda las técnicas de lucha lakún. Junto a la chica, atravesará una tierra hostil para enfrentarse a los hijos de Durgugui en la gran ciudad. En cada hogar al que se arriman por las noches, irán escuchando cuentos sobre el origen de las tribus, sobre la leyenda del héroe, cambiante en función de quién la cuente. ¿Quién es en realidad Tarban, el héroe que salvó a un pueblo entero con sus manos desnudas, o el general de Durgugui que arrasaba aldeas?

No soy gran conocedora de la cultura del Argar, pero ir identificando lugares, eventos y detalles de ese mundo antiguo es una gran satisfacción. Por ejemplo, el cuento que narra la llegada de los Jinetes del Céfiro y cómo acaban con los hombres autóctonos: es decir, la sustitución genética del linaje masculino por parte de los Yamna de las estepas pónticas. O los sakkar, las alabardas de prestigio que solo tienen los nobles, y que se corresponden con el tipo alabarda argárica.

Juan Antonio hace gala de un conocimiento profundo de la arqueología, y no solo a nivel histórico. Construye un mundo perfectamente entretejido y colorido, con descripciones breves pero precisas sobre las comidas de la época, las hierbas medicinales, las construcciones, aldeas y ciudades, las sepulturas, las armas y la estructura social. Rellena los huecos de la arqueología con un trabajo brutal de creación de mundos, especialmente en lo tocante a dioses, mitologías e historia de los clanes.

Mapa elaborado por el autor.
En su web puedes encontrar muchos más.

Pero su gran punto, a mi juicio, es el manejo del lenguaje para hacerlo sonar exótico y arcaico a la vez que divertido. Juan Antonio tiene un estilo fresco y rápido, para nada pretencioso, que te produce esa sensación de que nunca has leído nada igual. Y eso, hoy en día, es decir mucho.

Como siempre hay que poner alguna pega, por eso de ser constructivo, diré que el punto de giro final se me hace algo imprevisible y se me queda colgado. Entiendo —y espero— que va a haber una continuación que aclare las cosas que se quedan en el tintero. ¡Se me ha hecho muy corto!

En resumen, un libro que era necesario para cubrir el gran vacío literario de la Edad del Bronce en la Península, con un vasto conocimiento de la época, un lenguaje brillante y una edición muy cuidada. ¡Enhorabuena, Juan Antonio! Espero la segunda parte con ganas.

Como algunos sabréis, en estos momentos estoy sumergida en la escritura de mi tercera novela histórica, “Las tribus del Íber”, que se desarrolla a finales del Calcolítico e inicios del Bronce en el norte de la Península Ibérica (Valderredible, cañón del Ebro y Rudrón, Las Loras). Juan Antonio y yo tocamos muchos temas comunes, desde la estructura en tribus, cada una con sus dioses y leyendas épicas asociadas; hasta la llegada de los Yamna y la desestabilización social que generan. ¡Y las alabardas, claro está! Espero ser capaz de tejer un mundo tan fundamentado y colorido como el de Juan Antonio.

Podéis adquirir el libro aquí:



Y seguir a Juan Antonio Caro Cals en redes sociales para aprender más sobre la cultura del Argar:
Instagram: @cuentosargaricos

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los ídolos estilo Monte Hijedo

5 Datos curiosos sobre los vetones

Eburos ¿Tejo, jabalí o marfil?