El idioma tartésico

¿Qué sabemos sobre el idioma tartésico? Poco, muy poco.

Por un lado, disponemos de las estelas del suroeste, anteriores en el tiempo (s. VII - V a.C.) y desplazadas hacia el oeste del núcleo propiamente tartesio, pero que en general se ha venido a considerar como un antecesor del mismo. La escritura del suroeste se ha descifrado de forma parcial y varía enormemente de unos autores a otros. El principal problema es la falta de espacios entre las palabras, lo que da lugar a lecturas muy diferentes.

Por otro, podemos valernos de topónimos, antropónimos y de las descripciones de autores clásicos, siempre con precaución, ya que muchos vivieron siglos después de la decadencia tartesia.

Estrabón ya señaló que los turdetanos (probables descendientes de los tartesios) tienen un idioma distinto al de los íberos. Por su parte, Heródoto, hablando de un río Istro, dice que “tiene su origen en el país de los celtas, que, después de los cinetes, son los habitantes más occidentales de Europa”. Siendo los cinetes identificados con los cunetes.


Pero veamos las diferentes hipótesis propuestas por los investigadores:



Hipótesis indoeuropeas:

Anatolio: antigua teoría difusionista impulsada por Stig Wikander, ya en desuso.


Celta: volvemos al eterno debate sobre el origen de las lenguas célticas. La teoría clásica o de Hallstatt defiende que el celta se originó en centroeuropa hacia el siglo VIII y después se expandió hacia occidente.

Mientras, la teoría de Celtic from the West (celta del Oeste) de Barry Cunliffe y John Koch propone un origen atlántico y con raíces en la Edad del Bronce para la familia celta. Así, algunos autores adscriben el idioma tartésico a la familia indoeuropea, más específicamente celta. Argumentos:

  • Argantonio: nombre del único monarca considerado histórico. Es un antropónimo claramente indoeuropeo, que significa: argantos-(plata) (arkanta en celtíbero). Antropónimos con esta raíz se encuentra también en el norte de España (Asturias, Palencia, Cáceres) durante la época romana. En la Galia existía un título “ARGANTODANNOS”, agente de la plata o magistrado monetario. Recordemos la riqueza mineral del territorio tartésico, lo que daría sentido a este título para el rey.

  • Cunetes: tribu que según Heródoto habitaba la zona del Algarve (también posiblemente la ciudad de Conisturgis-Medellín). Recuerda a los Cunetiones, banda de guerreros de Strathclyde. Su raíz cun- significa perro en celta, pero también hace referencia a estas männerbunde guerreras (como el famoso guerrero irlandés Cú Chulainn).

  • Gárgoris: primer rey de los cunetes y padre de Habis según la leyenda recogida por Justino. Su traducción celta sería gargo- fiero y -rix rey, terminación típica de nombres galos.

  • Interpretaciones de palabras de las estelas por Correa, Untermann y Koch, donde detectan varios posibles antropónimos celtas y los comparan con otros celtibéricos, galos..: aarkuui (líder), aipuuris (rey justo)... Que algunos consideran meros nombres propios celtas en un idioma no celta.

  • Traducciones completas de textos de las estelas: por ejemplo fonte Velha 6: “invoking the Lugoues of the Neri people, for a nobleman of the Celtae/Galatai: he rests still within; invoking every hero, the grave of Taiioonos has received him”. Cuyo contenido funerario se apoya en uno de los probables usos de dichas estelas.

Hipótesis ibero-vasca: basada en un origen común y muy antiguo de las lenguas ibéricas, apoyándose en la toponimia e hidronimia. 



Hipótesis semítica: defendida por Diaz-Montexano, que propone para el tartésico un origen semítico cercano a las lenguas acadia, ugarítica, cananea, aramea y fenicia. Se basa en la lectura de las estelas del suroeste. Argumentos:

  • Escritura de derecha a izquierda.

  • Semisilabario del suroeste importado por los fenicios y similar a la escritura aramea-fenicia.

  • El estilo epigráfico coincide con el de los tiempos de expansión del imperio Neo-Asirio.

  • Identificación de algunos términos comunes como nar (estela), saro (rey), bar (hijo), subat (ciudad), ero (cobre).

  • Misma estructura morfológica que el acadio: sujeto - objeto - verbo.

Plantea un origen atlante de esta lengua hace unos 7.000 u 8.000 años, pudiendo de hecho haberse expandido desde Occidente hacia Oriente, dando lugar a las lenguas acadia, cananea, fenicia…


Lo cierto es que no existe consenso en el ámbito lingüístico, siendo las teorías anteriores rechazadas por la amplia mayoría de los expertos. Así, la lengua tartésica, dada la escasez de información que poseemos, quedaría como indeterminada.


La naturaleza de la lengua tartésica se me planteó como un problema serio durante la escritura de “Tarvos, de Tartessos a la Galia”, ya que el protagonista Habis debe aprender numerosas lenguas, y las diferencias y paralelismos entre unas y otras se deben hacer patentes. Tras mucha investigación, decidí decantarme por la hipótesis indoeuropea. Sin embargo, entiendo sus limitaciones y se trata solo de una licencia artística. Confiemos en que futuras investigaciones consigan arrojar luz sobre el misterio del idioma tartésico.


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Fuentes:

Bernat-Mira (2017). “El origen común del ibérico y el tartésico”, en Euskera – Ibero – Paleoeuropeo (Consultado el 19-04-24): https://euskerarenjatorria.eus/?p=27433&lang=es

Díaz-Montexano (2019). “El posible origen semítico (Acadio-Arameo) de la lengua de las estelas del sudoeste”. Scientific Atlantology International Society (SAIS). 

Koch, John (2009). “A case for Tartessian as Celtic Language”, Acta Palaeohispanica X, Palaeohispanica 9 (2009), pp. 339-351

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