El oricuerno o alicornio - Mitología
El Oricuerno: el unicornio mágico de las montañas ibéricas
Escondido entre las leyendas del norte de España existe un ser mítico tan fascinante como desconocido: el oricuerno, también llamado alicornio, unigaso o incluso pegacornio. Lejos del unicornio clásico de la fantasía moderna, el oricuerno ibérico es una criatura feroz, con un aspecto tan inquietante como majestuoso.
🐴 ¿Cómo era el oricuerno?
En algunos textos lo describen como un caballo blanco, con patas de gamo, cola de león, cabeza púrpura y ojos de un azul intensos. En su frente, el codiciado cuerno retorcido, y de sus pezuñas brotan pequeñas alas —aunque en otras versiones, tiene dos grandes alas que le permiten volar. Este animal no solo encarnaba la pureza, sino que también estaba rodeado de un halo de magia poderosa y ambigua.
🧪 Magia, transformación y medicina
Se decía que su cuerno tenía propiedades extraordinarias: curaba envenenamientos, descontaminaba aguas infectadas por brujas o demonios, y hasta remediaba la impotencia. Con él se hacían cruces, bendiciones y pócimas. En la festividad de San Juan, se le atribuía incluso el poder de cambiar el sexo de una mujer, convirtiéndola en hombre si esta lo deseaba profundamente.
Una de las leyendas más insólitas recogidas en Cuenca relata cómo una doncella, haciéndose pasar por varón, es descubierta tras casarse con la hija de un comerciante. En un momento de crisis, el oricuerno aparece en el bosque, le marca con su cuerno y la transforma en hombre, salvándola del escarnio público.
💧 El agua del alicornio
En pueblos de Palencia y León aún pervive la tradición del "agua del alicornio": con un fragmento del cuerno (en realidad, de ciervo, gamo o incluso narval), se bendecía el agua envenenada o se preparaban remedios para picaduras y mordeduras. La sustancia resultante, llamada alicor, no se bebía, pero tenía fama de ser sanadora y protectora contra el mal de ojo.
Una leyenda de Brañosera cuenta que solo una joven virginal podía amansar al oricuerno ofreciendo uno de sus pechos, un sacrificio que evoca tanto la inocencia como el coraje ante lo desconocido.
Muchas debieron ser las iglesias y ermitas que albergaron estos cuernos, como el el monasterio de Pedralbes (Barcelona) en el siglo XIV.
⚔️ El oricuerno en la historia y el arte
Enrique IV de Castilla, apodado “el Impotente”, habría enviado emisarios a África en busca del mítico cuerno, convencido de sus poderes afrodisíacos. Esta historia inspiró la novela En busca del unicornio de Juan Eslava Galán, y anticipa el problema contemporáneo de la caza del rinoceronte por sus supuestas propiedades curativas.
El pintor Juan Ricci lo inmortalizó en su cuadro del monasterio de San Millán de la Cogolla, donde representa a San Millán cabalgando un alicornio, espada en mano, luchando contra tropas musulmanas en la batalla de Hacinas.
A lo largo de los siglos, el oricuerno fue símbolo de pureza, valor y transformación. Tallado en capiteles románicos como los de Soto de Bureba y Bárcena de Pienza, su imagen aún nos observa desde estas piedras milenarias de templos.
Esta criatura forma parte de ese tesoro oculto de la mitología ibérica que merece ser rescatado. Podréis descubrirlo en el relato “Alicor” que acabo de escribir para una revista. Así que… ¡Estad atentos!
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