Equinoccio de otoño - Arqueología y mitos
🍂¡Hoy empieza el otoño!
El equinoccio de otoño, como otros acontecimientos astronómicos, era conocido y celebrado por los antiguos pueblos de nuestro continente:
Megalitismo: una pequeña parte de los monumentos megalíticos están orientados a los equinoccios, frente a una mayoría de dólmenes orientados al amanecer de los solsticios (que os muestro todas las Navidades en mis queridas Loras)*. En los dólmenes de corredor, el fenómeno consiste en que el primer rayo de sol atraviesa dicho corredor e ilumina la losa central de la cámara funeraria. En la Península Ibérica el caso más famoso es el de Antequera, pero también lo encontramos en el dolmen de Magacela. En Irlanda destaca la tumba de corredor de Loughcrew.
⚔️Celtas: según algunas interpretaciones (Monard, 1999) del calendario de Coligny, del que ya he hablado extensamente y puedes conocer de primera mano en la novela “Tarvos, de Tartessos a la Galia”, el año céltico galo comenzaba en el equinoccio de otoño con el mes de Samonios, si bien se trata de un sistema lunisolar y seguramente estaría desfasado con respecto al equinoccio puramente solar. Una de las fiestas más antiguas y más famosas del mundo celta tiene lugar en esta estación: el Samhain o Trinoxtion Samonii.
El dios céltico relacionado con esta festividad fuera seguramente Cernunnos, señor del bosque y de los animales y dueño del inframundo.
Por su parte, “Mabon” es el nombre con el que los neoceltas o wiccanos llaman a esta festividad. El nombre deriva de "Mabon ap Modron", un personaje de nueva creación de la mitología galesa.
🏺Antigua Grecia: una de las historias más famosas relacionadas con las estaciones es el mito de Démeter y Perséfone. Según la leyenda, Perséfone, hija de Démeter, diosa de la agricultura, fue secuestrada por Hades para ser su esposa en el inframundo. Durante su ausencia, Démeter se entristeció tanto que la tierra se volvió estéril y fría (otoño e invierno). Después de un acuerdo, Perséfone regresaría con su madre durante la mitad del año (primavera y verano) y se quedaría con Hades la otra mitad (otoño e invierno). Este mito simboliza el ciclo de las estaciones.
En la mitología maya encontramos a la serpiente emplumada Kukulkán. En el equinoccio de otoño (y primavera), el juego de luces y sombras en la pirámide de Chichén Itzá proyecta una figura de serpiente que desciende por las escalinatas. Esto representa al dios Kukulcán y su "descenso", marcando el fin de una temporada y el inicio de otra.
San Miguel Arcángel pudo ser la sincretización de la antigua fiesta pagana. Curiosamente, en la capilla de San Miguel de Celanova, los rayos del sol del amanecer durante los equinoccios crean un efecto de estrella.
🌿Estas celebraciones y mitologías reflejan la conexión profunda que tenían estas antiguas civilizaciones con la naturaleza y el cambio de las estaciones. Hoy en día, muchas de estas tradiciones y celebraciones han evolucionado o se han fusionado con otras, pero su esencia sigue viva en la cultura europea.
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