Los caballos más famosos de la Antigüedad - Historia Antigua

El otro día hablábamos de celebrities celtas y hoy vamos con otras celebridades cuyas gestas aún se recuerdan en historias y leyendas: los caballos.

Los caballos han sido parte integral de la Historia humana desde tiempos inmemoriales, desempeñando roles diversos que van desde simples compañeros hasta símbolos de poder y velocidad. En la Antigüedad, varios equinos destacaron por su fama y contribución a eventos históricos significativos:

Pegaso: Aunque no era un caballo en el sentido convencional, Pegaso merece una mención por su prominencia en la mitología griega. Nacido de la sangre de la Gorgona Medusa cuando fue decapitada por Perseo, Pegaso fue el caballo alado de Zeus. Sirvió como montura de héroes como Belerofonte. Juntos, derrotaron a la temible Quimera y Pegaso se convirtió en un símbolo de inspiración y libertad, asociado con las artes y la poesía.



Las yeguas de Diomedes: Diomedes, rey de Tracia, tenía cuatro yeguas que alimentaba con la carne de sus huéspedes. Eran extremadamente feroces y peligrosas. Heracles fue enviado a capturarlas como parte de sus doce trabajos. Tras vencer a Diomedes, lo arrojó a sus yeguas para que lo devoraran, tras lo cuál se calmaron y las pudo atar al carro.



Janto y Balio: caballos inmortales regalados por los dioses al héroe Aquiles. Eran hijos del viento Céfiro, y su velocidad y fuerza eran incomparables. Fueron parte esencial de las hazañas de Aquiles en la guerra de Troya, llevándolo al campo de batalla y siendo testigos de sus glorias y tragedias. Cuando Aquiles les reprochó la muerte de Patroclo, Janto le respondió que fue el destino.

En mi novela “Tarvos, de Tartessos a la Galia”, el protagonista Habis llama así a sus dos monturas, cada una con su personalidad.



Bucéfalo: Este majestuoso caballo era el fiel corcel de Alejandro Magno, el gran conquistador. Se dice que Alejandro adquirió a Bucéfalo cuando era aún joven y salvaje, y lo domó al descubrir que temía su propia sombra. Otro relato indica que sería descendiente de las yeguas de Diomedes y que Filipo le echaba humanos de comer, hasta que Alejandro, cumpliendo el presagio del oráculo de Delfos, lo apaciguó. Bucéfalo acompañó a su dueño en sus numerosas campañas militares.

Bucéfalo aparece en uno de los “what if” del relato “DOCE” de mi libro “Historias de bronce y mar”.



Estrategos: el caballo del general cartaginés Aníbal. Un animal de pelaje negro, musculoso y muy veloz. Procedente de Tesalia, como Bucéfalo, Estrategos llevó a Aníbal durante toda su campaña contra Roma.



Incitatus: propiedad del extravagante emperador romano Calígula, Incitatus fue un caballo de carreras tratado con lujos y honores reservados para la realeza. Calígula tenía una devoción única por Incitatus y se rumoreaba que planeaba hacerlo cónsul romano. Aunque estas historias pueden tener elementos exagerados, la relación entre Calígula e Incitatus sigue siendo una curiosidad histórica.


Liebre Roja: caballo del señor de la guerra chino Lü Bu (siglo II d.C., dinastía Han), que lo llevó durante sus conquistas. Había un dicho sobre ambos: “Entre los hombres, Lü Bu; entre los corceles, Chì Tù [Liebre Roja]”.


¿Qué más caballos famosos conoces? ¿Te gustaría leer más sobre el caballo en la Antigüedad, domesticación, razas, etc.?

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